lunes, 8 de abril de 2013

RELEVANCIA- Por Santiago Rivas

Tomado de : http://enorbita.tv
https://twitter.com/Rivas_Santiago

En un mundo atiborrado de información, siguen siendo pocas las cosas que valen la pena:
¿es cierto que ahora todos son fotógrafos?, ¿cada cosa que ponemos en las redes sociales 
en tan importante como lo creemos?, ¿todo es resultado de nuestra mente creativa?
En este maremágnum de información en el que vivimos metidos, es importante que aprendamos a 
reconocer qué vale la pena y qué no. Hay muchas cosas bien hechas, pero no todo tiene la 
sensibilidad, el sabor o simplemente el perrenque para perdurar en el tiempo.
Ha pasado siempre. La cultura sigue un mecanismo muy parecido al de la supervivencia darwiniana,
 que no está ligado a la fuerza sino a la capacidad de adaptarse. Es muy fácil creer que, ya que 
existen los filtros, el software, los aparatos y las referencias permanentemente a la mano, cualquiera
 está en capacidad de ser un artista. Pero este planteamiento desconoce la verdadera naturaleza del
 arte y su esencia.
Todos los productos de la creatividad nacen de una extraña combinación que se lleva a cabo en el cerebro.
 Es muy difícil rastrear una idea, pero cuando seguimos las ideas en general, podemos encontrar patrones
 sobre la forma en que nacen y entender mejor la naturaleza creativa de los humanos, los medios en los
 cuales se propicia el flujo mental y la sinapsis, que en términos sencillos es la conexión entre neuronas.
En el caso del arte es parecido. En un medio muy productivo es fácil encontrar creadores prolíficos 
y muchas obras de buena calidad, pero todo sigue un proceso, el mismo que siempre ha seguido.
La confusión en la que estamos se deriva de la rápida evolución de nuestro entorno.
 Creemos que cada cosa que vemos en la red, dicha en Twitter o colgada en Flickr y Tumblr es una
 idea terminada, que con solo enunciar que nos gusta algo ya estamos generando contenidos,
 pero la verdad es que estamos presenciando en vivo y en directo la sinapsis de un gran cerebro.
 Tenemos la oportunidad ahora de ser testigos, etapa por etapa, del proceso que da vida a las ideas.
Tumblr es un gran ejemplo. La mayoría de las cosas que vemos se han blogueado y reblogueado
 cientos, a veces hasta miles de veces, como si se tratara de la producción original de cada 
una de las personas que ha pulsado el botón para tener tal o cual cosa en su blog. 
Pero si de algo da cuenta ese proceso, es precisamente de la forma en que la gente ve, las cosas que prefiere
 cierto sector de la población, y la manera en que ciertos contenidos viajan, 
mucho más rápido que otros igual de buenos.
De manera que el arte sigue siendo el arte y todo lo demás son apenas etapas que pueden dar vida,
 al final, a una creación original llena de sentido, esperando a nuestro cerebro al final de una larga
 cadena de conexiones.
Ojalá, de todo esto, aprendamos sobre los verdaderos mecanismos de nuestra fascinante creatividad que es
, ahora más que nunca, un asunto de compromiso y coraje. La comodidad que nos da la tecnología no es sino 
otro engaño. Las herramientas no dejarán de ser herramientas, sometidas al trabajo de nuestro cerebro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario